lunes, 19 de noviembre de 2012

¿Qué es educar?


El libro “El valor de educar”, de Fernando Savater, filósofo y escritor nacido en San Sebastian, pretende acercarse a cuestiones como la tensión educativa entre disciplina y libertad, el papel de la familia o los límites de la neutralidad escolar, entre otros. Para él, educar es creer en la perfectibilidad humana de las personas. Para mí, la educación es un proceso permanente vinculado a las mejoras de las condiciones de vida de los individuos y de las comunidades.

En este ensayo, basándome en el libro de Savater, se van a explicar los problemas que hay en España con respecto a la educación escolar y que solución se puede dar para mejorar esta situación.

Por una parte, hay que diferenciar entre educación formal e informal. La educación formal hace referencia a los ámbitos de las escuelas, institutos, universidades, módulos, etc. y la educación informal es aquella que fundamentalmente se recibe en los ámbitos sociales, pues es la educación que se adquiere progresivamente a lo largo de toda la vida. Para mí los dos conceptos son válidos para disfrutar una buena educación en España porque la educación formal, aunque está limitada dentro del sistema educativo, asegura la autoformación y educación permanente de las personas hasta los 16 años y la educación informal, al contrario que la formal, es ilimitada y dura toda la vida. Afecta a todas las personas en su capacidad de aprender aunque no es institucional ni está controlada. En la educación informal se tiene que conseguir una educación permanente para mejorar las condiciones de vida del sujeto y no caer en el analfabetismo.

Por otra parte, con respecto a la situación escolar en España, hay un cierto fatalismo puesto en la docencia de los maestros porque muchas veces no se sabe que finalidad debe cumplir la educación ni hacia donde se deben orientar sus acciones. Muchas son las personas que dicen que “la enseñanza escolar fracasa siempre” o que las malas conductas o hábitos son culpa de la escuela ya que los maestros no se han encargado de enseñarlo en su debido tiempo. Con este pensamiento no estoy de acuerdo ni me siento identificado. Pienso que los maestros tienen la obligación de dar una buena educación a los niños dentro de su trabajo y de su horario laboral. Pero la educación de un niño es mucho más que eso, mucho más que las horas que pasan en clase o en la escuela. Por eso, se tienen que coordinar todas las personas que tratan al niño (educadores, padres, profesores, psicólogos,…) para que este no llegue al fracaso.

En conclusión, confío en la labor que realizan los educadores y los maestros. Me parece  un buen trabajo el de ayudar en el proceso madurativo sensorio-motor de los niños y el de estimular la integración y la convivencia grupal. Pienso que son necesarios para que España disfrute de un buen sistema docente y, en el caso de los niños, la educación es una buena manera de fomentar el proceso de estructuración de sus pensamientos y de las formas de expresarse.

Como se ha dicho anteriormente, la educación de un niño no es solo cosa de los maestros, es un proceso muy complejo en el que deben participar todas las personas que se encuentran a su alrededor.






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